Ya hace bastantes días que falleció Dª Isabel Piqueras Albiñana.
No he visto acto alguno, ni mayoritario ni minoritario, ni público ni privado en su memoria.
No seré quien denigre a ningún político local –alcaldes, concejales ni seguidores de unos o de otros- que ensalzaron a ciertas “celebridades” llegando, incluso, a colgar sus efigies en las paredes de la Casa Ayuntamiento. No; con su “pan y mezcla” se lo coman, unos y otros.
Con estas palabras inicia Pepe Cerdá esta reflexión sobre la última humanista que nació en Enguera.